(CRÓNICA)
Historia viva de la USC
“Lloro con ella; río con ella” dice “Pachito” recordando los momentos tristes y alegres que ha vivido en la USC.
Antonio Zuluaga es una persona que siente amor pos su trabajo, que ha estado en la Santiago desde siempre, desde que se fundo; él es una de las personas que siente más amor por esta Universidad, pues en esta institución ha pasado los mejores momentos de su vida.
Desde que la Universidad Santiago de Cali fue fundada hace 49 años en la “casona” ubicada en el centro de Cali, “pachito” comenzó a ejercer su profesión de vigilante en esa antigua casa. Desde ese día ha percibido el cambio físico de la Universidad; antes era en las casas viejas del centro y ahora es la sede del sur, que según algunas personas es fea arquitectónicamente.
En la Universidad Santiago de Cali solo quedan tres trabajadores que vienen ejerciendo su labor desde la “casona”, ellos son Aníbal Arias, el encargado de la biblioteca; Nabor Himbachí, otro vigilante, y nuestro activo y amable Pachito.
“La universidad ha sido mi casa”, y en realidad lo ha sido, pues cuando él trabajaba en la “casona”, tenía que quedarse allí, vigilándola todo el día y toda la noche. Sus tres hijos nacieron y se criaron en esas antiguas casas del centro de la ciudad.
Pero cuando las horas de trabajo se redujeron a las normales, 8 horas, tuvo que buscar una piecita con sus 3 hijos y su esposa; esa época fue muy dura para el y su familia, pero como no perdió la esperanza ni el trabajo, él y sus seres queridos lograron salir adelante.
“Estaba el dotor Chau, el dotor Pío Valencia, el dotor Pastrana…”, dice Antonio tratando de revivir en su mente todos los recuerdo de las grandes personalidades que pasaron por la administración de esta Universidad.
La época de protestas, transcurrida entre los años ochenta y noventa, fue muy dura, todos los estudiantes y trabajadores de la universidad se rebelaron y exigieron, mediante protestas, el respeto a sus derechos.
“Nosotros desde nuestra labor nunca fuimos policías”, por eso los vigilantes siempre trataron de ser conciliadores en las situaciones de disturbios, además, los vigilantes eran muy pocos en comparación con las grandes masas de estudiantes y empleados inconformes.
Pachito vio como desde los años 90 hasta ahora, la Universidad ha aumentado en su calidad académica y financiera. “Ahora veo muy bonita y muy hermosa a la Universidad… y día tras día la vemos que va más y más pa’rriba”.
Antonio Zuluaga dice que se ha mantenido en su puesto porque es una persona muy amable, cumplida y que trata bien a la gente. Él se piensa retirar del trabajo en dos años; pero cuando lo haga no será porque se encuentra cansado de la rutina de la Universidad ni porque su cuerpo no lo aguante, sino, porque quiere disfrutar sus últimos días en la paz del hogar, acompañado de sus seres queridos.
Néstor.
viernes, 30 de marzo de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario